Desde la misma entrada de la sede jeltzale han manifestado que la ausencia de ayudas económicas al sector para cubrir gastos y la falta de alternativas a aquellos locales que no disponen de terrazas para desempeñar su actividad, debido a las medidas impuestas por la pandemia, está provocando que muchos pierdan sus negocios.
Para los hosteleros, ocupar simbólicamente la sede del PNV se debe a que es el partido que más restricciones está poniendo a su actividad y porque, el Plan Bizi Berri III «no lo están cumpliendo porque hay en Euskadi muchos municipios que, sin mostrar elevados contagios, tampoco a sus locales de hostelería se les dejan abrir hasta las 21.00 horas» tal y como se recoge en el mismo.
En opinión de SOS Ostalaritza, este plan «solo se aplica cuando les interesa» porque, aseguran que en todas las medidas implantadas, la hostelería siempre es el sector más afectado, ya que no les dejan trabajar, ni tampoco les dan indemnizaciones. “La gente lo está pasando muy mal», se quejan.
Al realizar esta acción simbólica, han querido visibilizar y denunciar el privilegio que tiene el PNV al ampliar el espacio del bar de su terraza, mientras, afirman, “hay otros hosteleros, en otros barrios y pueblos, que podrían abrir pero no lo hacen, no tienen ninguna opción porque no tienen terrazas y, con los aforos limitados, siguen pagando sus cuentas sin poder facturar y sin tener ingresos para poder seguir pagando esos costes sin ayudas”.
Los hosteleros y hosteleras de Bizkaiko Tabernariak, antes de dar por finalizada la acción, y haber sido identificados por la Ertzaintza, han solicitado una vez más al LABI que considere la implantación de otra serie de medidas, así como un plan alternativo al existente que evite los cierres incondicionales del sector.
