Eguerdi on denoi, eskerrik asko etortxeagatik a esta plaza nuestra, que un día se llamará plaza de pensionistas, porque esta plaza, estas escaleras, fueron testigo de la incipiente concentración de un 15 de enero del 2018 que fue el embrión de lo que es ya este consolidado movimiento de Pensionistas de Bizkaia y de todo Euskal Herria. Cuatro años, de rebeldía y de resistencia ante los ataques sistemáticos al sistema público de pensiones y a nuestras pensiones en particular.
En estos años, estamos haciendo una gran labor, que no es otra, que la defensa del Sistema Público de pensiones. Y de haber hecho que en las agendas de todos los políticos entre el tema de las pensiones, estamos frenando, somos el muro de contención para mantener y dignificar unos derechos conseguidos con la lucha en la calle y con mucho sacrificio por nuestros antepasados y por nosotras y nosotros mismos, los pensionistas de hoy. Estamos frenando algo que vienen tramando en este
sistema Capitalista que no es otra cosa que el desmantelamiento del Estado de Bienestar, destruir lo público y echarlo en manos de empresas privadas, hacer negocios con las personas y no poner los cuidados, la atención y la vida en el centro.
Los políticos que, estando en la oposición, nos daban la razón y compartían pancartas y calles, ahora votan en contra de nuestras justas reivindicaciones y a veces votan en contra de sus propias enmiendas, aprobando más recortes, más reformas, y mucha más precariedad. Pero no estamos dispuestas ni dispuestos a tragar recortes en pensiones, salarios y demás derechos sociales.
Después de 4 años en las calles, no nos valen soluciones a medias, ni parcheos, ni buenas palabras, queremos soluciones, como pensión mínima de 1080 de dignidad, para todas las personas, y en particular a las mujeres, pues muchas de nosotras no alcanzamos esa cifra. Hay muchas mujeres sin poder llegar a fin de mes, aquí en la CAV hay cerca de 100.000 mujeres viudas con pensiones de miseria y son generalmente las más olvidadas.
Nos dicen que las viudas cobran de media 982€ al mes, pero la realidad, es que cobran menos de 700€ al mes, seguiremos en las calles, hasta garantizar el 100 a cobrar y se complemente la pensión hasta los 1080€. Y qué me contáis de la brecha de género en pensiones, que no se produce porque no hayamos trabajado no, o nos hayamos dedicado a la maternidad o cuidados que también, muchas hemos estado
haciendo dobles jornadas de trabajo agotadas, con empleos precarios, con bajísimos salarios, muchas tuvimos que renunciar a nuestros puestos de trabajos de forma definitiva o parcial obligadas por las labores de cuidados y esto ha hecho que nuestras pensiones sean mucho más reducidas, seguiremos exigiendo medidas estructurales para romper esta cadena de brecha en salarios y pensiones.
Y como seguimos siendo invisibles, seguiremos en las calles porque : La precariedad de hoy es la pensión de miseria de mañana. Estamos preparados y preparadas para seguir en la lucha y, así como hemos sido capaces de vencer al miserable 0,25, también vamos a conseguir que nos suban el IPC real, que sabéis que es el 5,6 y no el 2,5 que nos quieren aplicar en la revalorización de la pensión de este año y la subida del año 2022.
Vamos a seguir en la calle sí, implicando a toda la sociedad, jóvenes, trabajadoras/es, mujeres, movimientos y agentes sociales, todas y todos juntos. Es nuestra única garantía de parar tanta injusticia y tanto ataque a nuestros derechos individuales y colectivos, vamos a preparar muy bien la gran movilización del nuestro cuarto aniversario dentro de dos semanas, el 15 de enero en toda Euskal Herria. Llenaremos las calles de gritos rebeldes, mientras no consigamos que se nos escuche nos tendréis de frente movilizados en las calles.
