Por: Laura Fontalba
El próximo 19 de noviembre, el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria ha convocado manifestaciones en Bilbao (Plaza Elíptica), Donostia (Alberdi Eder), Iruña (Plaza Baluarte) y Gasteiz (Artium); con el fin de conseguir un reparto equitativo de la riqueza que permita que todas las personas tengan acceso a condiciones de vida dignas.
Animan a las personas pensionistas, trabajadoras, hombres y mujeres, jóvenes, estudiantes, etc. a participar activamente en estas movilizaciones, que tendrán lugar a las 17:30h; excepto en Gasteiz, que se hará a las 12:00h. «No es una manifestación más; es la manifestación compartida que necesitamos para garantizar que esta batalla la vamos a ganar», han sentenciado en su rueda de prensa.
A pesar de las divisiones que algunos pretenden introducir en el movimiento, los y las Pensionistas consideran que esta manifestación mostrará los reclamos que les unen. Junto a organizaciones sociales y sindicales, reivindicarán: repartir equitativamente la riqueza, recuperar el poder adquisitivo de salarios y pensiones, establecer una pensión mínima (1080€) en referencia a un Salario Mínimo Interprofesional, terminar con la brecha de género; y garantizar y mejorar los servicios públicos universales.
El pasado jueves 27, el movimiento entregó 220.000 firmas en el Congreso de los Diputados; llevaron una carta explicativa con sus reivindicaciones a todos los grupos políticos, excepto a VOX; con la que, además, solicitaban una reunión con cada uno de los partidos. Por el momento, han accedido a realizar la entrevista: ERC (Catalunya), BNG (Galicia), María Pita (parlamentaria independiente de Canarias), EH Bildu y dos parlamentarios del Partido Socialista. Todas estas firmas, el contacto directo con los partidos políticos y las movilizaciones representan el deseo de dar un paso unánime hacia una solución. «Es una oportunidad histórica para conseguir nuestras reivindicaciones más urgentes; sabemos que la movilización es nuestra garantía y el 19 de noviembre lo tenemos que demostrar», han sentenciado.
No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.
No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.
No quiero que me tapen la boca
cuando digo «NO QUIERO».
Ángela Figuera Aymerich
