El sindicato ESK se ha movilizado ante la sede de la Confederación Empresarial de Comercio de Bizkaia (CECOBI) ubicado en Gran Vía 50 de Bilbao para denunciar que los y las trabajadoras del sector del comercio de alimentación, desde el inicio de la pandemia fueron consideradas por el Gobierno como esenciales. Recuerdan que tuvieron que ir todos los días a sus puestos de trabajo en pleno confinamiento junto con sectores como la limpieza, la sanidad, las comunicaciones, el transporte, las telecomunicaciones, etc… teniendo que estar en primera línea en los momentos más duros de esta pandemia, dando la cara hasta cuando no disponían de equipos de protección individual (EPIs)…
Aseguran que recibieron los aplausos de los gobiernos, de la gente y de algunas de las grandes cadenas de supermercados, que “viendo como llenaban sus bolsillos escandalosamente”, gracias al enorme esfuerzo hecho por las personas que trabajaban en el sector, decidieron “repartir migajas” entre algunas de sus trabajadoras.
Las trabajadoras explican que siguen pasando mucho riesgo a diario en los supermercados, ya que son las grandes olvidadas junto a otros sectores altamente feminizados (como las trabajadoras de hogar, las cuidadoras, o las limpiadoras…). “El virus nos ha puesto a todos y todas contra las cuerdas y esto nos ha hecho ver lo importante que somos para que todo funcione, somos uno de los engranajes para que la vida siga”, precisan.
Convenio del comercio de alimentación de Bizkaia:
Actualmente, Bizkaia se encuentra con un convenio finalizado hace 24 meses, en riesgo de desaparecer y una patronal del sector que, alertan “lo único que pretende en esta negociación es recortar derechos”, por lo se ven en la obligación de reclamar un convenio digno de comercio de alimentación ¡ya!.
Desde el sindicato ESK piensan que es prioritaria la defensa del convenio provincial, teniendo claro que no darán ni un paso atrás en los derechos conquistados en años anteriores de lucha de los y las trabajadoras del sector. Advierten que no se puede olvidar lo que se ha vivido: “somos esenciales para la sociedad, pero también para que nuestras empresas sigan ganando mucho dinero, como ha ocurrido durante toda la pandemia”.
Exigen 35 horas y 2 días de descanso:
El sindicato cree que este tiene que ser el convenio que ponga en valor a los y las trabajadoras del sector y que marque un futuro donde pongan más que nunca en primer plano las vidas de las personas por encima de los beneficios empresariales. Por esta razón, ESK propone que hay que conquistar el derecho a las 35 horas de trabajo semanales y la semana laboral de 5 días incluyendo el sábado como día de descanso.
Están convencidos de que la consecución de estos derechos dará más valor a su trabajo y a sus vidas; repartirá la riqueza porque crea empleo, ayudará a conciliar porque iguala más su vida laboral con la personal, ayudará a prevenir los riesgos laborales…
Desde el sindicato ESK y las trabajadoras del sector de alimentación son conscientes, después de años de conformismos, que esta lucha la van a ganar si permanecen unidas, si se organizan las personas y los sindicatos que estén dispuestos a luchar por llenar de contenido la tan “manida” reivindicación de un convenio de comercio de alimentación digno para todas y todos.
