Por Laura Fontalba
Representantes de las AMPAS y de cerca de 10.000 familias y 15.000 niños y niñas de las escuelas públicas de Bilbao, concentradas la tarde de ayer ante el Ayuntamiento, han demandado que este garantice unas condiciones materiales de calidad y unos entornos escolares dignos y seguros.
Por medio de la movilización, han exigido al consistorio que apueste por la innovación e implemente mejoras integrales de la calidad educativa de sus escuelas y entornos más próximos. Tal y como han puntualizado, el Ayuntamiento mantiene una colaboración estable con UNICEF a través del proyecto «Bilbao, ciudad amiga de la infancia». Un proyecto que demuestra que el desarrollo de las competencias cognitivas, el bienestar emocional, la competencia social y una buena salud física y mental es importante para generar una base sólida incluso en la edad adulta. Es por ello que la escuela debería ser un lugar enriquecedor, de confort y protección en el que se propicie un desarrollo saludable para niños y niñas. A pesar de ello, representantes han denunciado que el Ayuntamiento lleva décadas ignorando los problemas estructurales que se dan en estos entornos. «El alumnado de las escuelas públicas son el futuro de esta ciudad y, como tal, debería de ser una de sus prioridades», han asegurado.
Por todo ello, han demandado que se garanticen espacios al aire libre con el objetivo de «dignificar y amabilizar» estos lugares, por medio de premisas que ya vienen recogidas en la Ley de Educación de la CAV, así como otras premisas que atribuyen a las instituciones locales capacidad para generar sinergias en el uso de recursos públicos y desarrollar acciones orientadas al bienestar y desarrollo del alumnado. Tal y como han asegurado, garantizar espacios al aire libre con zonas diferenciadas que permitan actividades cardiovasculares, físicas, de interacción social, etc. son imprescindibles para evitar conflictividad, caídas, golpes, obesidad, etc. y otras consecuencias no visibles como el estrés, la ansiedad, la falta de armonía y la mala salud. Por ello, han exigido que se analicen ratios, usos, distribución, calidad, perspectiva de género, zonas verdes, espacios cubiertos, etc. con el fin de mejorar los espacios al aire libre.
Asimismo, han exigido que se garantice la seguridad y la salud de sus hijos e hijas, dedicando una especial atención al tráfico y la contaminación que se genera alrededor de las escuelas. «Todos los efectos negativos en la salud integral de la infancia pueden ser reversibles, si se revisan, mejoran y amplían los espacios destinados a patio escolar y se reduce la exposición a la contaminación», han asegurado. En este sentido, demandan que se haga un análisis de los entornos, se estudie la afluencia del tráfico y se implementen medidas para garantizar la seguridad como la reducción de los carriles y la velocidad, mejorar el acceso a las escuelas, ampliar las zonas verdes e instalar elementos de seguridad.
«El centro escolar público y su entorno deben de ser espacios ideales para el fomento del desarrollo integral de la infancia, así como de protección y promoción de su salud, coeducativos y que promuevan la convivencia», han reafirmado. Una «oportunidad única» para mejorar la salud integral y la convivencia del alumnado infantil por medio del desarrollo del Objetivo 4 de la Agenda 2030, Educación de Calidad.