Por Andrea Uña. Movimiento de Pensionistas Bizkaia (MPB)
Cinco años ininterrumpidos de concentraciones manifestaciones, viajes a Bruselas, viajes a Madrid y Gasteiz, años de lucha, rebeldía y resistencia ante los ataques sistemáticos al Sistema Público de pensiones y al recorte y robo de nuestras pensiones.
Hoy, pasado el 25N Día Internacional contra la violencia y maltrato ejercido hacia las mujeres, queremos felicitar al Movimiento Feminista por el gran éxito de las manifestaciones celebradas en pueblos y capitales de Euskal Herria. En Bilbao bajo el lema “BELDUR ETA KONTROL AURREAN, JUSTIZIA FEMINISTA (Frente al miedo y el control justicia feminista)”, cientos de miles de mujeres de todas las edades han llenado las calles y han alertado del sinfín de formas que puede adoptar la violencia machista, desde las ejercidas en los ambientes festivos, el constante control social, los mensajes y medidas basados en el miedo, la violencia institucional, la del ámbito laboral, la que se sufre en las casas, etc. y para ello han exigido a los hombres que asuman responsabilidades mas allá de discursos superficiales y para quedar bien, y que dejen de ser agresores, o con sus silencios cómplices.
El movimiento de pensionistas, hombres y mujeres participamos activamente y apoyamos todas las iniciativas del Movimiento Feminista, porque con la edad no terminan las agresiones y el maltrato hacia las mujeres sino que en muchas ocasiones se acentúan. Las mujeres pensionistas no estamos exenta de ellas, y para poner en el centro estas violencias, elaboramos un manifiesto donde visibilizamos y denunciamos todo tipo de violencias y desigualdades que todavía hoy por hoy seguimos padeciendo y que se agudizan en la vejez, cuando más cuidados se necesitan, y frecuentemente se viven en silencio, con indiferencia y abandono del entorno cercano. Son el resultado del papel secundario que se asigna a las mujeres en el sistema sociopolítico y económico en el que vivimos, donde su actividad está peor valorada que la de los hombres. Se asigna a las mujeres el trabajo de cuidados, gratuito dentro del hogar y mal pagado por cuenta ajena. Abundan los empleos y salarios precarios, con bajas o nulas cotizaciones. Todo ello conduce a la precariedad de las pensiones, lo cual impide a muchas mujeres llegar a fin de mes.
Las mujeres queremos construir unas relaciones de pareja basadas en la libertad, la confianza y el respeto mutuo, y esperamos la empatía y compromiso de los hombres para lograrlo. También queremos autonomía económica. Por eso demandamos oportunidades de empleo y salarios justos para todas, superar la brecha de género en salarios y pensiones, el 100% de la pensión de viudedad y una pensión mínima de 1080 euros.
En la CAV hay más de 72.000 pensionistas que cobran pensiones por debajo de 700 euros. La mayoría mujeres que están en situación de pobreza. Muchas de ellas viviendo solas y con más de 80 años.
Y antes de terminar quiero pedir un aplauso por el homenaje que el sábado 26 de noviembre se realizó en Santutxu. En el desaparecido Chalet de Orue, que entre los años 1937 hasta el año 1942 fue cárcel de mujeres.
Un homenaje a las mujeres represaliadas por el fascismo, por el Franquismo y que llega tarde, pero afortunadamente ha llegado. Es el resultado del trabajo de las asociaciones de la Memoria Histórica. En esta cárcel que en principio era para 30 prisioneras muchas de ellas con sus hijas e hijas, llegaron a estar hacinadas más de 500 y 11 de ellas fueron fusiladas. MEMORIA, DIGNIDAD Y JUSTICIA, Emekumeok Aurrera!.
