Reportajes

Por Laura Fontalba

Esta mañana el Movimiento de Pensionistas, concentrado ante el Ayuntamiento, ha hecho un llamamiento a las personas pensionistas y trabajadoras a participar en las movilizaciones anunciadas para el 1 de mayo.

«Luchar en 1886 mereció la pena y se consiguió la jornada laboral de 8 horas, luchar en 2024 es también nuestra única garantía para avanzar y conseguir nuestras reivindicaciones», ha asegurado el movimiento que anima a salir a las calles para «impedir que el coste de la crisis económica y las guerras la paguemos con nuestros salarios y pensiones para que los oligopolios financieros y de la energía sigan obteniendo beneficios millonarios y obscenos a nuestra costa».

En esta línea, han denunciado cómo a lo largo de los últimos años, las pensiones y los salarios han ido perdiendo su poder adquisitivo, mientras incrementa el coste de vida a causa de la especulación y la avaricia de las grandes corporaciones financieras, los monopolios de la energía y materias primas y las grandes empresas que imposibilitan unas condiciones de vida dignas. «Un año más tenemos que salir a la calle para impedir que el coste de la crisis económica y las guerras la paguemos con nuestros salarios y pensiones», ha manifestado el movimiento.

Además, esta mañana, la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak ha acompañado al movimiento. Juntos han compartido la denuncia contra el Pacto Europeo de Migración y Asilo, que pretende «eliminar la universalidad de un derecho reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos: el derecho a asilo». Con el objetivo de luchar contra la justicia y a favor de la humanidad, ambos movimientos se han unido para mandar un alto y claro «no» a este pacto.

Por todo ello, este 1 de mayo, el movimiento demostrará su voluntad de seguir en la calle hasta conseguir sus objetivos. Tal y como han expresado, «luchando por conseguir reivindicaciones tan obvias como imprescindibles», como la recuperación del poder adquisitivo y la revalorización de salarios y pensiones en función del IPC real; una pensión mínima de 1080 euros, terminar con la brecha de género en salarios y pensiones, alcanzar el 100% de la pensión de viudedad; y derogar las reformas que recortan sus pensiones y los coeficientes reductores de la jubilación anticipada con 40 años cotizados.