La plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak y la Caravana Abriendo Fronteras/Mugak Zabalduz, llaman a participar masivamente este 5 mayo a las 12:00 en la Plaza Ezkurdi de Durango, en la Iniciativa Europea “Abrazada/Besarkada” por la defensa de los Derechos Humanos, de las personas migrantes, de su libre movimiento, acogida y contra el neofascismo.
La “Abrazada” se realizará en diversos puntos no solo de Euskal Herria, sino que también tendrá lugar en ciudades francesas como Biarritz, Hasparren, San Juan de Luz, o ciudades del estado español como Barcelona, Madrid, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, entre otras. Y en ciudades tanto de Europa como Londres, Dublín, Palermo, Atenas, Malmö e incluso San Francisco (EEUU).
Y está respaldada por más de 200 organizaciones y plataformas de organizaciones de apoyo a personas migrantes y refugiadas, de migrantes, cooperación al desarrollo, antimilitaristas, pacifistas, feministas, antirracistas, antifascistas, sindicales, religiosas, etc.
MANIFIESTO
Por la defensa de la humanidad, de las personas migrantes y de su libre movimiento y acogida en Europa y contra el neofascismo
En estos momentos en Europa, de forma acelerada, ganan terreno fuerzas de extrema derecha y neofascistas entre importantes sectores de la población, arrojando olas de odio sobre las personas migrantes y refugiadas, a las que culpan de los males de nuestras sociedades, del desempleo, de los bajos salarios, de la crisis social y económica, del aumento de la delincuencia y del machismo.
Y en consecuencia esas fuerzas extremistas, junto a quienes desde sectores de centroizquierda y de derecha asumen algunos de sus postulados, incrementan las injustas políticas migratorias ya existentes, como las expulsiones masivas, cierran las fronteras y arrojan a la muerte a decenas de miles de migrantes en las aguas del Mediterráneo, en los desiertos de África y en otros lugares sin nombre, negándoles derechos humanos básicos, la vida y el derecho a migrar.
Ante esta situación manifestamos:
- Los responsables de esta crisis, producto del desarrollo de estrategias neoliberales, son las élites que gobiernan Europa y no las personas migrantes y refugiadas. Las políticas de esas elites generan paro y precariedad, eliminación de servicios públicos esenciales y recortes sociales, utilizan como chivo expiatorio a la inmigración y fomentan sentimientos xenófobos y la guerra entre pobres, para ganar votos y evadir la responsabilidad de quienes nos gobiernan.
La presencia de las personas migrantes y refugiadas en Europa es, sin embargo, positiva. Enriquece nuestras sociedades, nuestras formas de vida y nuestras actitudes frente a las otras, refuerza el desarrollo de la convivencia entre diferentes, e impulsa procesos de solidaridad y de búsqueda de la igualdad.
Por eso denunciamos la manipulación y falsedad del discurso que culpa a la migración de la crisis social y económica en Europa y oculta la responsabilidad de las elites europeas en dicha crisis.
- La UE, los gobiernos europeos y las grandes empresas trasnacionales son responsables del éxodo migratorio: millones de personas huyen de las guerras alimentadas con armas fabricadas en Europa, y de la miseria provocada por las políticas comerciales neocolonialistas, por la desestructuración social derivada de dichas políticas, por el saqueo de los recursos mineros y energéticos, por el acaparamiento de tierras que desplaza a cientos de miles de personas y por la destrucción ambiental responsable del cambio climático
Y son asimismo responsables de las consecuencias de dicho éxodo, de las muertes, prisión, esclavitud y trato inhumano de miles de personas en el largo viaje hacia Europa, y de la violencia que en él se ejerce contra menores, personas LGTBI y mujeres, a muchas de las cuales se les empuja a las redes de trata.
La violación de los Derechos Humanos de las personas refugiadas y migrantes es, asimismo, una constante también cuando se encuentran en Europa: aquí sufren violencia, discriminación y explotación, especialmente agravadas en las mujeres migrantes.
Por ello exigimos
– El cumplimiento estricto de la declaración universal de los Derechos humanos, que todas las personas migrantes puedan moverse libremente y que disfruten de los mismos derechos que el resto de quienes habitamos en Europa.
– El cese de la externalización de las fronteras, de la fabricación y venta de armas europeas, del saqueo de recursos y del acaparamiento de tierras, así como un cambio sustancial en las políticas económicas y comerciales actuales.
– Políticas migratorias acordes con los derechos humanos, cese de las expulsiones y establecimiento de vías de pasaje seguro para quienes quieren migrar de sus países.
- En Europa la solidaridad con las personas refugiadas y migrantes, expresada por gentes europeas y por redes de migrantes, está siendo criminalizada tanto por gobiernos autoritarios y extremistas, como por gobiernos conservadores y de centroizquierda.
Salvar vidas, solidarizarse y apoyar a personas a las que se les ha arrebatado todo, acogerlas, convivir con ellas, defenderlas legalmente y ayudarlas a encontrar una nueva oportunidad en una nueva tierra se ha convertido en delito.
Por ello planteamos que es hora no solo de frenar esta criminalización, sino de apoyar -en las esferas locales, nacionales, estatales e internacionales correspondientes- a estas personas y organizaciones y enaltecer los valores que defienden.
- El rechazo, las deportaciones y la creciente persecución violenta de migrantes y refugiadas liderada por las fuerzas de extrema derecha y neofascistas en Europa como un elemento central de su estrategia política, tienen como objetivos, en primer lugar, acabar con la vida social y política que lucha por establecer una sociedad de iguales en derechos y libertades, regida por los valores y prácticas de dignidad, respeto, solidaridad, inclusión y democracia, en definitiva valores de humanidad.
En segundo lugar esa estrategia pretende construir una sociedad autoritaria y patriarcal basada en el odio y en la exclusión de las personas vulnerables, empobrecidas, excluidas, diferentes, migrantes.
Enfrentarse a esas políticas institucionales racistas de exclusión y rechazo es hoy una actitud clave para hacer frente y detener la implantación en Europa del modo de vida antihumano que ante el fracaso de la Europa social, el recorte de derechos y la crisis de la democracia proponen las fuerzas extremistas de derecha y neofascistas y quienes las secundan.
– Por eso nos comprometemos a rechazar las políticas de odio y discriminación como norma de convivencia, y a defender los valores de humanidad y solidaridad como modo de vida en Europa.
Y mientras esas políticas de odio y exclusión no sean barridas de nuestras sociedades, eliminadas las causas de las migraciones y alcanzado el objetivo de todos los derechos para todas las persona – porque los derechos que no son para todas, son privilegios.
– Nos comprometemos a recordar que todas las personas siempre hemos sido migrantes: nuestros mayores, nuestras madres y padres sufrieron -y probablemente nuestras hijas, hijos y descendientes sufran- el dolor y la miseria de las migraciones, el exilio y la desigualdad.
– Y por todo ello nos comprometemos a manifestar una solidaridad activa con las personas que ahora padecen esa situación y a considerarlas una parte integral de nuestras sociedades.