Nada más dar inicio a la protesta, una persona salió del interior de las instalaciones de la empresa sujetando un teléfono móvil en la mano, con la intención de grabar a los asistentes a la convocatoria. De hecho, llegó a estar frente a frente de varias de las personas protestando mientras las grababa con su Smartphone. Lo que motivó el enfado de algunos activistas que también decidieron grabarlo.
La protesta siguió su curso al igual que durante la última convocatoria denunciando que la trabajadora había sido despedida y que además, no le habían pagado el último mes. Aunque con el aviso por parte de Bilboko Langile Autodefentsa Sarea que la empresa ha denunciado a la trabajadora y a un integrante de la red tras las protestas iniciadas.
La Red también recordó la serie de abusos laborales que sufrió la trabajadora mientras duró su relación laboral con la empresa:
– Estaba obligada a trabajar sin contrato aunque lo haya pedido en reiteradas ocasiones.
– El jefe le aplicó sanciones económicas, supuestamente por no haber limpiado los pisos correctamente, sin ningún tipo de prueba ni mayor justificación. Además, la obligó a trabajar horas no remuneradas.
– El jefe no ha tomado en cuenta su estado de salud, presionándola para ir a trabajar incluso estando enferma.
– Le asignaba pisos a cualquier hora y sin previo aviso, exigiéndole una flexibilidad horaria que le impide organizar su día a día más allá del trabajo. Además, la carga de trabajo asignada, y en consecuencia su salario mensual, era muy variable y totalmente dependiente de la voluntad de su jefe.
Al término de la concentración, llegaron 2 furgones y hasta 4 coches de la Ertzaintza para requerir el permiso de la protesta, hablar con los propietarios de la empresa y acto seguido realizar las identificaciones a 2 integrantes de Bilboko Langile Autodefentsa Sarea.
