Lo que pretendía ser una concentración organizada por SOS Racismo-Bizkaiko SOS Arrazakeria para denunciar los cacheos en vía pública y en los portales, las redadas policiales racistas, la militarización del barrio San Francisco, las paradas por perfil étnico, el hostigamiento, el abuso de poder constante y la criminalización que se realiza a las personas migradas, racializadas y gitanas por agentes de la Policía municipal y de la Ertzaintza, desembocó en la apertura de un expediente y amenaza de multa a la organización si seguían por ese camino.
El argumento aportado por los agentes fue que al gritar durante la concentración el lema de “la Policía es racista” se estaba faltando el respeto a la Institución y porque además, esta consigna no se abría detallado en la solicitud de permiso para llevar a cabo la protesta.
La numerosa presencia de efectivos tanto de la Policía Municipal así como de la Ertzainzta solo refuerza la queja de SOS Racismo, quienes señalan que en las últimas semanas han sido testigos de la presencia, incluso de la Policía Nacional.
En un comunicado leído al término de la protesta han señalado cómo mediante redadas protegidas por la Ertzaintza y en colaboración con agentes de paisano, han retenido y detenido a personas en situación administrativa irregular, les han enviado al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Murcia y les han deportado a sus países de origen. Algo que supone un ataque directo contra los derechos fundamentales de toda persona, ya que las personas migradas están expuestas a ser perseguidas, hostigadas o detenidas por la Policía Nacional en cualquier momento. “Este hecho es una condena a la clandestinidad”, han denunciado.
En relación con esto también han mencionado el proceso de gentrificación que sufre el barrio de San Francisco que pretende expulsar a los sectores más vulnerables y cambiar paulatinamente la estética del barrio en favor de poderosos intereses económicos, como es la especulación inmobiliaria y el crecimiento desmedido de los alojamientos turísticos. Donde la “agenda” prevista de un barrio sin personas migradas, racializadas, gitanas ni pobres, se estaría llevando a cabo por la Policía Municipal a través de los desalojos ilegales.
Es por ello que desde SOS han manifestado estar hartas de que la mayor parte de las denuncias que reciben en la oficina, otro año más, provengan del racismo policial. Aseguran que en lo que va de año, “la policía continúa siendo el mayor agente discriminador racista”.
Por lo tanto, no se van a quedar calladas y seguirán denunciando estos abusos porque son situaciones racistas que dañan emocional y físicamente a las personas. Y que además, atentan contra los derechos de las personas racializadas, migradas y gitanas. Al igual que contra los derechos de todas las vecinas y vecinos que quieren un barrio tranquilo y libre de racismo. En consecuencia, exigen que se respete la dignidad y la integridad física de todas las personas, independientemente de su origen étnico, edad y circunstancias. Ya que es una responsabilidad institucional y política ante estas prácticas que están sucediendo a diario en nuestras calles.
Una próxima concentración se realizará el miércoles 15 de marzo a las 19:30 horas en el barrio de San Francisco.
