Este lunes 27 de noviembre en el triángulo de Portugalete, Sare Ezkerraldea, Portugaleteko Mugimendu Feminista, Barakaldoko Iretargi, Sestaoko Emari y Marimatraka de Santurtzi, han realizado una concentración para denunciar la situación en la que se encuentran las mujeres vascas encarceladas.
Si ser mujer en la vida ya es difícil de por sí, mucho más cundo se tienen profundos compromisos políticos y militantes. Ni qué decir cuando la mujer es encarcelada por ese compromiso político.
La sociedad patriarcal pisotea y ataca tríplemente a las presas vascas: Por el simple hecho de ser mujeres, por estar encarceladas en unas cárceles hechas a medida de los hombres, y al ser presas políticas, porque se encuentran bajo una legislación de excepción, con sus derechos constantemente conculcados.
A día de hoy hay unas 40 mujeres presas vascas dispersadas en cárceles de los estados español y francés, a una media de 737kmde Euskal Herria. De ellas, 12 se encuentran completamente solas, sin ninguna otra compañera del colectivo de presas políticas, y 10 más lo están con sólo una. El objetivo de esta dispersión y aislamiento límite es romper la unión entre la presa y su lugar de origen, castigando con ello a las presas como a su entorno.
El patriarcado tiene miles de caras, su opresión y violencia también, y la política penitenciaria no es una excepción: Más prohibiciones para las mujeres, dificultades para conseguir una atención médica digna, obstáculos en la maternidad, control sobre la sexualidad, talleres que perpetúan los roles de género, etc. Esto es, además del castigo que supone la ausencia de libertad, la prisión tienen como función en el caso de las mujeres presas: Mantener los roles de género para “reeducarlas” y que se conviertan en “buenas” mujeres.
No podemos pasar por alto una noticia que hemos conocido esta última semana, la peor que podíamos recibir. La única mujer presa vasca que se encontraba en Euskal Herria, Belén González, en prisión atenuada, ha fallecido después de padecer durante 8 años una grave enfermedad, sin recuperar en ningún momento la libertad. Un claro ejemplo de la política injusta y cruel que se aplica a las presas políticas vascas.
Quienes aquí nos hemos reunido no podemos mirar a otro lado ante la violencia y la constante vulneración de derechos que sufren estas mujeres presas, y para hemos querido aprovechar la conciencia que despierta entre nuestras vecinas la fecha del 25 de noviembre. Nosotras estamos dispuestas a avanzar entre todas.
Erasorik gabe, eskubide guztien jabe,
Emakume presoak Okmra!
Giza eskubideen aldeko Sare Herritarra
Iretargi, Barakaldoko emakume gazteak
Emari, Sestaoko talde feminista
Portugaleteko Mugimendu Feminista
Marimatraka, Santurtziko talde feminista